Pues no ha sido una decisión difícil ya que no me lo planteé apenas. Fue consecuencia de un cruce neuronal de los míos.
Después de ver este dibujo que me encantó de EL PRINCIPITO, las neuronillas de mi cabeza tuvieron una idea...que esta imagen debía formar parte de mí.
Así que les hice caso, pedí hora para tatuarmela.
El Principito, para mí, ya no es un libro. El Principito para mi es la luz que guía en mi vida: valores, como entender la vida, comprender las emociones... no sé como explicarlo...
Así que el Principito y el zorro me van a acompañar durante toda mi vida y serán unos grandes compañeros de viaje.
Qué chulada de tatuaje!! Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Raul!
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