Otro momento impactante de la visita a Berlín, fue la visita al campo de concentración de SACHSENHAUSEN.
No es un lugar agradable de visitar, pero considero positivo que se conozca en vivo lo que (no hace tanto) fue un infierno.
El ser humano no deja de sorprender, normalmente para mal, y resulta casi inconcebible un lugar como los campos de concentración. Diseñados para matar: salas de experimentación con humanos, fosas de fusilamiento, hornos crematorios en masa... y todo documentado.
Lo que más me impactó fueron los Barracones de los Reclusos. Impactante... esas literas vacias y amontonadas, y esas letrinas y ¿zonas de baño? tan mudas pero que a la vez estaban llenas de una energía que te hacía sentir fatal y avergonzado de la creación de ese tipo de lugares.
Lugar para visitar, recordar y aprender de los errores pero también para olvidar.
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