Esta escapada express y decidida a ultismísima hora a Sevilla ha sido un balón de oxígeno mental y vital.
Este segundo confinamiento me había dejado muy tocadete anímicamente y necesitaba un pequeño premio en forma de escapada para notar que el mundo sigue yéndose al garete por el tema del virus.
Mireia me ha salvado animándose a hacer un viaje relámpago fuese donde fuese el destino, y el destino ha sido Sevilla.
Sevilla la conocí mega fugazmente el año pasado donde pasé unas horas antes de pillar el vuelo a la Toscana. Pero me ayudó a enseñarle alguna cosilla a Mireia como la terraza de Doña María, el mismo hostal y la misma habitación donde me hospedé o las Setas.
Han sido tres días de cervecillas, Sol, buscar las sombras, tapillas y caminar mucho para poder conocer por fin la Pza España, volver a ver la Torre del Oro, el Alcázar, los jardines, el Palacio de Dueñas...
3 días muy bien aprovechados y que me han cargado las pilas a tope.
No hay comentarios:
Publicar un comentario