Después de 6 horas más en autocar (desde Sukkothai) llegamos a Chiang Mai. Allí pillamos nuestro primer tuk tuk. Después de alojarnos, tenía una misión muy importante que hacer: hacerme con El Principito en thai. Y la verdad que teníamos muy cerquita del alojamiento una gran librería donde pude comprármelo.
Dedicamos el resto del día a pasear por las calles para habituarnos a Chiang Mai. Peor la verdad que lo más importante de la ciudad está dentro de las murallas en forma de cuadrado que es todo el centro histórico.
Por la noche descubrimos un mercado nocturno lleno de puestitos de comida y mesas para poder comer tranquilamente.
Al día siguiente...día muy esperado...A LA RESERVA DE ELEFANTES. Era una de las actividades que teníamos claras desde la organización del viaje. Y para allí que fuimos...y fue una gran experiencia. Quizá haya gente que crea que incluso en una reserva a estos animales. Pero lo que vi fue que estaban en unas instalaciones muy limpias, espaciosas, con mucha extensión de terreno y que cuidar elefantes debe costar mucho dinero, y que una manera sea invitando turistas a cuidarlos.
La experiencia de estar con estos pedazo de animales fue indescriptible.
Al día siguiente hicimos una excursión a las cascadas de Wachirathan y después a Doi Inthanon, que había mucha niebla y quedó deslucido un poquito. Y después a hacer una mini ruta de trekking pra ver los arrozales y los campos de café de la zona. Allí coincidimos con una pareja sevillana que nos dio mucho juego. Momentos inolvidables con Chari Lara Croft y Fran.
Por la noche repetimos en el mercado de puestos de comida callejera que nos encantó. Y siempre con cervezas Chang.
Aunque alegres, tuvimos que irnos a dormir porque tocaba madrugón que tocaba pillar vuelo hacia Koh Samui. Dejabamos el centro y norte de la isla para cambiar totalmente de paisajes.
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