Si el viernes empezaban las vacaciones de semana Santa, el sábado a las 10 de la mañana ya estábamos dirección Andorra para pasar unos días con los amigos: Olga y Gerard y sus hijos, Mireia y yo.
A la 13 llegábamos a la Seu, donde nos reunimos con Anna, Albert y Quim. Visita obligada al Punt de Trobada para comprar lo necesario para pasar 4 días. A eso de las 15'00 llegamos a Canillo (Andorra) donde nos instalamos en la Rectoria, justo encima del Mossen. Y nos preparamos
Después fuimos a dar una vuelta por Canillo, a visitar la casa de colonias Aina y el día no dio para mucho más. Llegamos cansadetes, a cenar y pronto a dormir.
El segundo día, y con las pilas cargadas, fuimos a hacer senderismo. Nos dirigimos hacia Escaldes e hicimos un tramo del camino interparroquial. Llegamos hasta el lago de Engolastrers. Allí hicimos un pic-nic para retomar fuerzas y volvimos para comer justo al lado del Cementerio de Canillo. Por la tarde nos fuimos a patinar sobre hielo al Palau de Gel.
El lunes fue el día apoteósico. Otra ruta de senderismo pero un poco diferente. Nos fuimos decididos a hacer un tramo del Valle del Madriu, (Patrimonio de la Humanidad). Si Engolastrers era llano, el tramo que hicimos fue bastante duro e inclinado. Llegamos hasta el refugi de Fontverd (a más de 1800 m. de altura). Al llegar al refugio comimos y a deshacer el camino. Todo el trayecto duró unas 5 horas, pero había unas vistas preciosas.
Por la tarde un rato de civilización y consumismo. Nos fuimos a Andorra de compras y me cayó una Aqua di Gio y una Invictus. ¡Me lo había ganado!
Y esta mañana...recogimos nuestras pertenencias y para Lleida de vuelta. Con mucho sueño, cansancio pero feliz.
Os dejo con dos momentazos montañeros de Sonrisas y Lágrimas ya que en el Valle del Mardiu me sentí muy Julie Andrews.