Pues ya estoy de vuelta.
Se acabó la rutilla por la Toscana.
No sé que habrá pasado, pero 10 días (mi viaje más largo hasta ahora) se me ha quedado corto. Me he quedado con ganas de más. El tiempo ha pasado demasiado rápido. Eso siempre es una buena señal y la verdad que ha sido un viaje estupendo. Tan estupendo y tan lleno de momentos y de experiencias
iré fragmentando mi crónica blogueril en cada una de las paradas que hicimos.
La gran aventura empezó el día 8 dirección Córdoba. Allí quedé con Antonio, el 50% del viaje. Después de ver a Justo Molinero en la estación de tren de Córdoba, me recogió Antonio para irnos directos a Sevilla para hacer una visita mega express, dormir e ir al aerpouerto en dirección a Pisa.
Llegamos a Pisa pero ni salimos de la estación de tren. Allí comimos en un bareto, donde comeríamos 3 veces en este viaje súper bien. Y pillamos en tren para la Spezia-Riomaggiore.
1ª PARADA: CINQUE TERRE (Hospedados en Riomaggiore).
Primer problemilla. Esa zona es súper escarpada, montones de cuestas... y nuestro apartamento a 5 kms por un tortuoso camino. Así que después del miedo por estar en el quinto pino...pillamos un taxi para ir al alojamiento y cenar. Tuvimos que caminar a oscuras por una carretera para llegar a un restaurante muy bonito. Ahí empezamos con pasta con pesto, embutidos y quesos, y birras...VIVA ITALIA.
Noche superada.
El alojamiento y las vistas eran geniales. Lo malo que estábamos lejos del pueblo y no sabíamos como movernos.
Por suerte hay un buen sistema de autobuses que nos llevaban al centro del pueblo.
Nuestra idea era coger un tren para ir al pueblo más al norte (pues estábamos alojados en el pueblo más al Sur de Cinque Terre). Y después iriamos visitando los pueblos con un ferry que hacía paradas en todos los pueblos. Así acabaríamos el día en Riomaggiore.
Allí cogimos un tren regional hacia Monterosso (el pueblo más al norte de Cinque Terre). En 10 minutos nos plantamos en el pueblo.
Cada pueblo se puede visitar en unos 20-30 minutos y cada uno tiene un montón de servicios y playas pequeñitas. Así que después de pasear por cada pueblo (menos Corniglia que no se podía visitar) pillábamos el ferry y nos desplazábamos al siguiente pueblo.
Después de Monterosso, visitamos Vernazza donde nos bañamos en una mini playa con mucho encanto y rodeada de la iglesia, tiendas, casitas.... Muy way. Después visitilla por el pueblo y a pillar el ferry dirección Manarola.
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Riomaggiore |
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Vernazza |
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Manarola |
Después de comer en Manarola, paseillo y de nuevo ferry para acabar el día en Riomaggiore. Allí pasamos toda la tarde en una playa de rocas. Nos remojamos sin parar, pues el calor y la humedad eran bastante tremendo.
Así que si vais a Cinque Terre pillaros una toalla, crema solar y zapatillas de río/playa pues hay muchas playas de roca y se hacen indispensables.
Cansadetes, fuimos al alojamiento para ponernos wapos y volver al pueblo para cenar y tomar unas cervecillas y gin tonics.
La mañana siguiente tocaba cambio de ciudad...pero una lumbalgia potente hizo acto de presencia y me dejó tocadillo durante todo ese día (y aunque fue remitiendo la he seguido notando hasta mi regreso).
Pero las primeras sensaciones de CInque Terre fueron geniales. Y es un lugar mega recomendado. Y no sufráis porque las comunicaciones están geniales para una zona geográficamente escarpada y de montaña: trenes, ferry o buses.